Sentimos en nuestro cuerpo no un sexo, ni dos, sino una multitud de sexos. No vemos al hombre, ni a la mujer, sino al ser humano, antropomórfico (!)... Estamos cansadas de todo nuestro cuerpo, de todas las barreras culturales estereotipadas, de todas las segregaciones fisiológicas...
Libération, julio de 1978, Judith Belladonna y Barbara Penton. Baudrillard, Jean. De la Seducción. 1990. Versión en linea via Scrib. Pág. 24.
al principio creí que eras aquello que respiraba el aliento de millones de años navegando nunca supe sobre lo automático de nuestros procesos todo era tan fantástico, se rompía y volvía millones de veces luego desapareces del radar eternidades has tomado una forma no empática borrarse_borrarse_borrarse ahora no somos nada, ni éter, ni materia, ni recuerdo a lo más olvido, inquisiciones de palabras en mi sordera cada vibración retumba tan fuerte que lloro y estallo en desilusiones absurdas las lagrimas flotan y se desintegran sobre sintéticos circuitos sé de la expansión de tus preceptos y estoy por fuera de ellos ya no integrada, sin constituir, desmerecida en busca de un tercer recurso aún en la pantalla fría